De acuerdo a su elaboración y a su proceso de secado y curado, existen distintos tipos de embutidos que se consumen en todo el mundo.
Algunos de ellos elaborados con sangre, otros con vísceras y los fiambres forman parte de este grupo, pero para que cualquier carne tratada lleve el nombre de embutido, estos productos deben haberse introducido en una tripa.
Cocidos, crudos y madurados son algunas de las características de los embutidos, y si quieres saber cuántos tipos de estos existen, en este artículo te enteras.
¿Qué son los embutidos?
Seguramente formen una gran parte de tu dieta semanal, y esto tiene que ver con que los embutidos forman parte de la tradición gastronómica de casi todos los pueblos del mundo.
Los embutidos han sido utilizados a lo largo de la historia para numerosos tipos de platos o para completar la dotación de cestas gournet personalizadas que nos dan en navidad, y son consumidos en las distintas épocas del año, aunque son especiales para momentos de frío, por su alto contenido calórico.
En España, los embutidos forman parte de la tradición culinaria que proviene de nuestros ancestros.
Estos preparados eran fundamentales para ser acompañados por distintas hortalizas y patatas del huerto, dando como resultado los más exquisitos, nutritivos y tradicionales platos de la cocina del país, como el cocido montañés, cocido madrileño, migas extremeñas, entre muchos otros.
Al ser una tradición proveniente del campo, los embutidos siempre han sido el aliado principal de aquellas personas que realizaban trabajos campesinos en épocas de frío. Estos les aportaban las energías necesarias para seguir adelante.
En la actualidad, los embutidos son consumidos ya sea en platos tradicionales y especiales, como también en bocadillo o incluso solos. Al ser una opción cómoda, estos se suelen utilizar como comida cuando no contamos con el tiempo necesario, para realizar platillos elaborados, o cuando nos encontramos fuera de casa.
A pesar de que se trata de preparados exquisitos que siempre son apetecibles, debemos tener cierta moderación en el consumo de todo tipo de embutidos, ya que estos poseen un gran aporte calórico y un elevado contenido de sal y grasas.
Esto no significa que debes dejar de deleitarte con estas exquisiteces, sino que no tienes que hacerlo todos los días. Los embutidos son preparados realizados en base a carnes picadas o troceadas, sazonadas y condimentadas con distintos tipos de especias aromatizantes.
Suelen tener el agregado de grasas de cerdo, despojos comestibles y productos vegetales, y la regla fundamental para que estos sean denominados embutidos es que deben haberse introducido en tripas que en su momento eran solo de origen natural, pero en la actualidad existen tripas artificiales.
¿Cómo se clasifican los embutidos?
Dependiendo de los procesos a los que se someten las carnes embutidas, estas reciben diferentes tipos de clasificación.
Entre los más conocidos están los crudos, los crudos madurados y los cocidos y esta diferenciación surge por los ingredientes que se incorporan a la mezcla, y hace que el producto se desarrolle de diferentes maneras y a las condiciones en las que se realiza el proceso de maduración.
Los chorizos forman parte del grupo de los embutidos crudos madurados, pero dentro de esta clasificación también existen subgrupos que tienen que ver con la ausencia o presencia de mohos en la superficie de los mismos, el nivel de acidificación que puede ser baja o alta, o la consistencia, que puede ser firme o blanda.
El estado en el que los productos cárnicos que forman parte de un embutido son colocados en la tripa, es lo que ofrece las diferentes formas de clasificación que conocemos de los embutidos en la actualidad.
Se denomina embutidos crudos curados a todos aquellos cuyas carnes no son cocinadas, sino que son incorporadas a la tripa de forma cruda, siendo sometidos a un proceso de maduración o ahumado, como el caso de los salamis, las salchichas y los chorizos.
Los embutidos escalados son aquellos que se elaboran con productos cárnicos y grasas crudas, para que una vez que se encuentren dentro de su tripa tengan un tratamiento de cocción, y opcionalmente un tratamiento de ahumado.
El correcto cocimiento de los mismos es muy importante, ya que para que esta clase de embutidos tenga el sabor y la consistencia perfecta deben cocinarse a una temperatura aproximada de 75 grados centígrados.
Se suelen cocinar con una temperatura de vapor o agua cercana a los 90 grados centígrados, y la temperatura interior del mismo debe llegar a los 83 grados centígrados en el momento de ser retirados.
Características de los embutidos
Los embutidos frescos como las salchichas frescas de cerdo, están elaborados con carnes frescas sometidas a tratamiento de picado, y por lo general deben ser cocinadas antes de consumirlas. Los embutidos frescos madurados, como los salamis, se condimentan con especies fermentadas y se suelen freír antes de ser consumidas.
El peperoni o el salchichón forman parte de los embutidos secos o semisecos y se trata de carnes fermentadas, curadas y secadas al aire. Los embutidos cocidos y ahumados no necesitan una cocción posterior, ya que sus carnes fueron sometidas a procesos de ahumado y de cocinado completo.
Los procesos de elaboración son los que diferencian a unos embutidos de otros. Existen distintos tipos y todos son de gran calidad, y son un manjar para cualquier uso en la gastronomía.